Cuántos tropiezan por aquí cerca

martes, 31 de mayo de 2011

De cómo el Consulado te hace la vida imposible. 2ª parte


Resumiendo el capítulo anterior, estamos en que mi mujer ya tiene la nacionalidad española en tiempo de récord (ironía) y mis suegros van a solicitar reagruparse con ella en España. Se van al Consulado con todos los documentos, pero la cosa ya empieza mal… Hoy hablaremos de cómo en el Consulado consiguen complicar algo (que debería ser) tan sencillo.

Pues bien, después de tanto tiempo recabando información (más bien, buscando la pelota que unos se pasaban a otros), finalmente el 20 de abril (como la canción) mis suegros se fueron al consulado, a la hora de su cita, con toda la documentación exigida y alguna más, por si acaso.

¡Qué alegría, qué alboroto! Se llevaron un perrito… esto… Los mandaron de vuelta a casa con un papel muy curioso. Tal y como se puede apreciar en la foto de debajo, es un listado de la documentación necesaria para solicitar la reagrupación familiar, y consta de ¡20 documentos!, aparte de un “Otros” muy sospechoso. ¿Qué fue de los 5 documentos necesarios del PDF de “información”? Y mira tú por dónde, ya viene preparado con cajetines para ticar lo que falta; ¿quiere eso decir que ellos ya cuentan con que la gente venga sin toda la documentación? Nooo, por Dios; si para evitar eso ellos ya han colgado un PDF repleto de información completa e inequívoca…

El documento mágico que guardan en la recámara para todo aquel "listo" que se crea que tiene toda la documentación

Tampoco es mi intención extender esto demasiado, pero no puedo quedarme sin decir qué documentos les “faltaban”: fotocopia de todas las páginas de su pasaporte (fallo de ellos), una declaración jurada ante Notario de Yibo dando permiso a sus padres para solicitar ese visado (¡?), documentación que acredite la dependencia económica (¡!??), el motivo de la solicitud (¿¿??) y, la mejor, un certificado de empadronamiento de Yibo. Vosotros diréis: “pero si eso ya lo ponía en el PDF”. Y precisamente por eso ellos ya la estaban aportando. Pero resulta que aquí en Vigo son muy modennos y el certificado de empadronamiento está en gallego; es idioma oficial y por eso al final no hubo problema por eso, pero en un primer momento la china no sabía lo que ponía en aquel papel con idioma raro. Así que atentos al nivelón que se traen en el consulado de España; por un momento me vino a la mente las pintadas de esos retrógrados que dicen “A Galiza nom é Espanha”.

La fotocopia de todas y cada una de las páginas del pasaporte fue fácil de hacer (aunque sea algo ridículo). La declaración jurada ante Notario fue algo complicado, porque ni el Notario ni nadie sabía decirnos qué es lo que había que firmar ni cómo, y al final nos salió por 60 euros; no está mal para ser un documento que lo piden porque les sale de ahí y sin base jurídica alguna. Además, que lo quieren original y por correo normal, para que gastes un poco más. El motivo de la solicitud es un requisito que sólo sería exigible si Yibo no tuviese la nacionalidad española; así que les echamos una bronca por teléfono y ya recularon, por lo que quedó en papel mojado. Pero el problema vino con lo de la dependencia económica.

Ahí ya empezaron los problemas. ¿Cómo que dependencia económica? Eso sólo se pedía a descendientes mayores de 21 años, ¿no? Varias llamadas y cruce de emails después la conclusión fue que “sí, lo sentimos, la información de la página web puede  que sea algo errónea, pero la Ley lo exige”. “¿Qué Ley?”, pregunto yo. “El Real Decreto 240/2007”, me contestan ellos. “¿Pero en qué artículo? Ya he revisado ese Decreto y no encuentro eso por ningún lado”. “A ver, déjeme que lo mire un momento…” espera… espera… “Aquí… no, no era aquí… A ver, déjeme un momento que lo pregunte…”. Finalmente tras varios minutos me dicen que es en el artículo 2, d) donde se exige esta dependencia económica, se supone. Literalmente en ese artículo dice: “A sus ascendientes directos, y a los de su cónyuge o pareja registrada que vivan a su cargo, (…)”. Será cosa mía, pero yo leyendo eso entiendo que el que “vivan a su cargo” sólo se exige en el caso de ascendientes del cónyuge o pareja registrada. Pero da igual lo que diga literalmente la Ley, o lo que opine uno; al final lo que cuenta es lo que decidan en el Consulado…

De cómo el Consulado te hace la vida imposible. 1ª parte

Me puse a escribir contando nuestra experiencia con el Consulado de España en Beijing y me encendí tanto que al final me quedó un churro de varias páginas. Así que he decidido recuperar la clásica fórmula del ”continuará” que tantas frustraciones nos proporcionó con las series americanas de los 80 y dividirlo en varios artículos. Aquí es donde empieza la historia, que continuará en la segunda, tercera y cuarta partes.

Hay algo que no está bien en China. Bueno, muchas cosas, como en todos lados. Pero hay una cosa en concreto que me ha tocado la moral estas últimas semanas y muy de cerca, así que lo mínimo me parece darle publicidad y soltar toda esta “empatía” que estoy sintiendo ahora mismo. Si de paso le puede ayudar a alguien, pues mejor, pero me da a mí que nos tienen bien agarrados…

Como no sé muy bien por dónde empezar, empezaré por el principio. Yibo y yo nos casamos en noviembre de 2006, por lo que en noviembre de 2007 había cumplido el año de residencia en España necesario para tener derecho a la nacionalidad española. Así que a finales de ese mes iniciamos el procedimiento en el Registro Civil; a los pocos días nos llamó la policía para la entrevista y todo fue bien. Lo cual quiere decir que 3 AÑOS DESPUÉS, en noviembre de 2010 nos comunicaron que le concedían la nacionalidad; aunque legalmente tenía derecho a ella des de mucho antes. Hay que pensar que mirar unos papeles, ver que son reales y dejar tiempo para que la policía (no) investigue la realidad o no del enlace son tareas muy arduas que fácilmente te consumen 3 años, no hay duda.

En este punto, haré un rápido inciso para apuntar que en Suiza en situaciones así la policía interroga secretamente a los vecinos para confirmar que ese/a extranjero/a efectivamente vive ahí con su pareja, si discuten, si han notado “algo raro” y cosas así. Donde yo vivo en Vigo tenemos dos vecinos y se han visto ambos atosigados por la policía (ironía). Así son las cosas y así nos va…

Finalmente, en febrero Yibo pudo tener su DNI y pasaporte, ya que desde noviembre hubo que esperar a que los mismos culos-inquietos que habían tardado 3 años en leer unos papeles le enviasen el nuevo certificado de nacimiento al Registro Civil de Vigo.

Pues bien, desde que Yibo tuvo noticias de que la larga espera iba a tener un buen final, decidió que quería cumplir uno de sus sueños: traer a sus padres a España. Para ello el primer paso fue informarse lo mejor posible de todo lo necesario. Hablamos con abogados, que nos recomendaron hablar con policías de extranjería, que nos vinieron a decir que al final lo único que cuenta es lo que digan en el consulado, así que debíamos contactar con ellos. Y eso hicimos, llamamos para pedir información; nos dijeron que debíamos mandar un email; mandamos un email pidiendo información. Da igual lo que hagas, ellos lo único que ofrecen es un enlace que todo el que haya necesitado un visado conocerá bien: http://www.maec.es/subwebs/Consulados/Pekin/es/MenuPpal/visados/Paginas/Visados.aspx

Es importante este punto: da igual con quién hables en el consulado, qué información solicites, qué es lo quieras, ellos sólo te envían a ese enlace; es un “café para todos”. Además, es la única fuente de información que existe, porque cualquier solicitud de información se contesta enviándote a ese enlace.
Pues bien, para el caso de Reagrupación Familiar de Ciudadano de la Unión Europea toda la información que hay en ese enlace es un PDF donde se dice que TODO lo necesario para solicitar este visado son:
-dos formularios de solicitud cubiertos
-dos fotos de tamaño carnet
-original y fotocopia del equivalente chino al certificado de empadronamiento (Hukou)
-certificado de empadronamiento del familiar que vive en España
-documentación que acredite los vínculos familiares
-por último, sólo en el caso de tratarse de descendientes mayores de 21 años, documentación que acredite dependencia económica.

También se informa en ese PDF que la tramitación de la solicitud de visado es gratuita, lo cual es importante porque para, curiosamente, la china que atendió a mis suegros les vendió el favor que “por ser ellos” y “excepcionalmente” no les iba a cobrar por el visado. Empezando así, ya la cosa no pintaba bien…

viernes, 27 de mayo de 2011

El cine de China; las cosas estan cambiando

Warlords: una de las películas chinas que más me gustó durante la época que vivía allí
Que algo está cambiando en la forma que el mundo ve a China y China al mundo es una obviedad. Eso se nota en muchos aspectos, pero hay uno que me llamó especialmente la atención mientras vivía allí: el cine.
Es una de mis aficiones preferidas, así que es normal que al vivir allí una de las primeras que cosas que hiciese fuese enterarme de dónde encontrar un cine (algo más complicado de lo esperado), informarme de cuánto costaban las entradas y comprarme películas (pirateadas, por supuesto; allí no es ilegal) prácticamente todas las semanas. Lo del precio de la entrada fue muy complejo porque descubrí que, al igual que en Suiza, allí el precio de la entrada depende de la película. Las americanas las más caras, además; que por otro lado eran las únicas que se podían ver en inglés con subtítulos en chino (que iba a ser de mí sin ellos…).

Pues bien, lo que me llamó poderosamente la atención es que en China los grandes carteles de publicidad no estaban copados por superproducciones estadounidenses, ni en los cines las películas americanas ocupaban el 90% de la cartelera; lo que realmente lo petaba era el cine chino. Es más, el CHINO, no el de Hong-Kong.

Volvamos atrás unos años para darnos realmente cuenta de la diferencia. En los años 80 en China se pasaba hambre; los fracasos de Mao y el comunismo todavía coleteaban en el país y la situación era muy delicada, lo cual desembocó en el 89 en lo que todos sabemos (aunque en China oficialmente no sucedió nada). Siempre me ha llamado la atención que mi mujer no tuviese TV en casa hasta el año 1994, y era en blanco y negro aún.
Sin embargo, mientras tanto Japón lo petaba en todos los órdenes. Los japoneses se comían el mundo y parecía que eso nunca cambiaría. En uno de los momentos más álgidos unos japoneses vinieron a Barcelona para comprar la Sagrada Familia, así que…

Lo que molaba era el Karate (“mano vacía” en japonés), el japonés era el idioma del futuro… vamos que Japón era como China ahora.

Mientras tanto, en China la cosa no estaba bien, como dije. Sin embargo, Hong-Kong pertenecía al Reino Unido y la cosa iba bastante mejor. En los 80, de hecho, la cosa iba muy bien y sólo hizo mejorar en los 90, ya que allí la crisis llegó en 1998, mientras Japón ya se quedó en la cuneta desde 1991. HK rebotó en unos pocos años gracias a la ayuda de su nuevo “jefe” (China); Japón sigue ahí, por cierto.

Entre otras cosas, el cine de HK en aquella época era lo que triunfaba en todo Oriente y actores como Bruce Lee se comían el mercado mundial (qué tiempos aquéllos en los que Jackie Chan intentaba saltar al panorama internacional rodando películas en Barcelona). Allí se habla cantonés, y por eso las películas se rodaban en ese dialecto. Los actores de China continental tenían que aprender cantonés si querían tener una oportunidad en el mercado.
Cuando Jackie Chan rodaba en Barcelona con actores españoles; qué tiempos...

Hubo muchos temores cuando HK pasó a China en 1997, pero los peores augurios no se cumplieron. Sin embargo, algo debió suceder pues a partir de esa fecha los mejores actores y directores de HK empezaron a abandonar la zona e irse a Hollywood.

La cosa fue cambiando mucho. Y mientras tanto, China fue creciendo a ritmos inauditos, hasta llegar a la situación actual, de éxito económico indudable. Y en el cine eso se ha reflejado en mejores efectos especiales, sueldos muchísimo más altos y, como decía al principio, al éxito comercial de su cine. Curiosamente, ahora los actores que nacieron hablando cantonés, ahora aprenden a hablar mandarín, para tener una oportunidad en el mercado (por cierto, excepto Jackie Chan, todos tienen un acento horrible; pensad en Mourinho hablando portuñol).

Ahora lo que lo peta es el kung fu (incluso en Karate Kid lo practican), todo el mundo quiere aprender chino y se discute en cuántos años China superará a Estados Unidos (el único que le queda por batir ya).
Cuando vas al cine en Beijing, es difícil encontrar películas que no sean chinas; sólo encuentras las mayores supermegaproducciones de Hollywood (yo vi Avatar, Iron Man 2, Furia de Titanes y alguna más que no recuerdo). Por lo demás, alguna europea que llegó de rebote y muchas películas chinas; y por cierto, con muy buena pinta. Las que he visto estaban muy bien, además; no hay finales felices artificiales, ni el bueno es tan bueno y el malo tan malo, ni te sabes el final desde el minuto 5, pero te molan igualmente.

Siempre se ha dicho que lo bien que va una economía se mide por lo bien que va la cultura; es decir, cuando se empieza a gastar es cosas sin valor económico directo.  Si es así, las cosas parece que van pero que muy bien en China. Por cierto, que los actores chinos ya empiezan a llegar a Hollywood (Jay Chou, Zhang Ziyi, Maggie Q…). Parece que mientras unos países nos desinflamos, otros sacan pecho.
Una de las películas más publicitadas en China durante 2009 y 2010 y, sin embargo, gran fracaso de público y crítica. Por cierto, nuevo ejemplo de traducción desafortunada de título de película extranjera

miércoles, 25 de mayo de 2011

Restricciones de agua en China


Yo soy de los que cierra el grifo del agua si no hace falta. Recuerdo una vez en Madrid cómo sufrí para mis adentros mientras en la residencia universitaria asistí a un grifo abierto durante 15 minutos porque un perroflauta andaluz (para más INRI) se engominaba el pelo a mi lado mientras yo lavaba los dientes y mojaba las puntitas de los dedos cada cierto tiempo para colocar cada mechoncillo (y no estoy diciendo que fuese lo más gay que he visto en años, no…).

Soy muy consciente de lo limitado de ciertos recursos en nuestro planeta. Sin embargo, nunca he podido evitar ver a mi alrededor que aunque un sencillo cálculo te puede llevar a esa conclusión (que es imposible mantener el actual sistema de despilfarro), los “despreocupados” también tienen cierta razón en decir “si hubiese algún problema limitarían el uso de algunos recursos”. Y ¿cuál es el más importante de esos recursos?: el agua.

Tú abres cualquiera de los varios grifos que hay en tu casa y siempre hay agua; incluso en los momentos de sequía. Yo entonces pienso: será porque vivimos en Galicia y aquí llueve mucho. Pero te vas a Andalucía o a Madrid y tampoco que la gente allí sea más consciente del consumo de agua. Incluso hasta hace poco se empeñaban en crear campos de golf y chalecitos con césped para que los ingleses viniesen a subirnos el precio de la vivienda.

Viendo esto yo pensaba: seguro que te vas países como China, donde dicen que sí que hay problemas de suministro, y la cosa cambia. Pero luego te vas a las ciudades grandes, las únicas que suelen visitar los extranjeros, y estamos igual: de cualquier grifo sale agua; tendrá un color sospechoso, una letalidad de necesidad y un olor a cloro que ni una piscina en verano, pero sale agua.

Tantas cosas típicas de China en una foto: la marca Haier, la pera de ducha enorme, el falso techo de plástico, el depósito de agua...
Eso sí, mi futura inmersión en la China profunda me hizo descubrir el truco: para que en las ciudades del escaparate (Beijing, Shanghai, Shenzhen, etc) haya agua constante, en los pueblos existen a cambio restricciones permanentes. En concreto, por experiencia personal puedo certificar en los pueblos del norte de China hay agua sólo dos veces al día durante una media hora cada vez. El agua de beber ya se compra en garrafas de unos 30 litros (todo un negocio que merece un artículo en sí mismo), pero para la lavadora, la ducha, la cocina, fregar el suelo, lavarse la cara, los dientes… cualquier otra cosa que no sea beber, tú sólo vas a tener agua 2 veces al día. Concretamente, sobre las 12 de la mañana y las 6 de la tarde.

Claro es que la necesidad es amiga del ingenio y eso lo solucionan los chinos de una forma muy sencilla: en cada hogar hay un depósito de agua, que es el que se llena durante esa media hora y del que se tira para el uso diario. Por tanto, sorprende la primera vez que cuando entras al baño de cualquier hogar de un pueblo de China te encuentras un megadepósito blanco encima de la bañera. Al principio recuerdo pensar: menudo calentador tienen aquí y en qué lugar más extraño. Por cierto, el depósito también es calentador, pero no se pone en la cocina porque la lavadora suele estar en el baño.

Por tanto, puedo certificar que las restricciones de agua existen. Puede que sea sensato restringir a decenas de pueblos de “sólo” 800.000 habitantes a favor de ciudades de muchos millones, pero a fin de cuentas el mismo hecho de que existan restricciones demuestra que no hay para todos, y por tanto deberíamos ser todos más conscientes de estas cosas y pensárnoslos dos veces antes de pegarse un baño de burbujas mientras se usa el retrete como papelera. Aunque los chinos de pueblo nos queden lejos, hay que pensar que cuanto más cabezones insensatos seamos, antes nos tocará a nosotros también mover nuestro calentador al baño y convertirlo en depósito de agua por necesidad.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Más Cambios en China de 2005 a hoy


Desde que estuve en China por primera vez, en septiembre de 2005, hasta que me quedé a vivir 8 meses allí, regresando en junio de 2010, todo había cambiado mucho. Es obvio que con el paso del tiempo todo cambia en todos lados, pero el ritmo de cambio en China ha sido frenético en estos años, ya que 2005 fue el último año de crecimiento acelerado artificialmente desde el gobierno para pasar a un nuevo plan plurianual en el que el objetivo es la mejora social. Cada año que volvía a China los cambios eran patentes, pues desde el gobierno se decidió conseguir esta mejoría de forma escalonada, por bloques y por regiones, en vez de hacerlo paulatinamente y en todo el país a la vez; así que de un año para otro te encontrabas con los cambios de golpe.

En general, en el 2005 China me recordaba a España en los años 80; en el 2006 a España a principios de los 90; en el 2007 no pude viajar a China ya me quedé en Suiza para trabajar y así poder vivir en primera fila los comienzos de esta mega-súper-crisis (porque sí, señores: la crisis comenzó a finales del verano de 2007, pese a quien pese); en el 2008 las Olimpiadas impulsaron a China a la España de principios de los 2000 (esa época en la que todos éramos ricos) y, finalmente, en el 2009-2010 no he podido encontrar muchas diferencias entre China y cualquier país occidental, salvo porque en China es todo mucho más moderno y más abarrotado de gente.

Ahora expondré una lista de los cambios que más me llamaron la atención desde 2005 a hoy:

                - La policía: como ya comenté en otra entrada, ha pasado de ser mayoritariamente policía secreta mimetizada en el paisaje a ser muy visible en casi cualquier lugar.

                - Las bicicletas: en el 2005 las calles eran mares de bicicletas viejas y oxidadas que los coches debían surfear de modo casi suicida y hoy los pocos vehículos de dos ruedas que se ven son los numerosos ciclomotores eléctricos que triunfan en China, con su silencio y sus formas y colores horteras y que parecen sacados de un manga de los 80. Eso sí, el medio de transporte comercial más usual siguen siendo los triciclos-remolque viejos y oxidados que ya estaban en el 2005 (y, tal vez, antes de la Guerra).

Musulmán chino en un cruce de Harbin
                - Los coches: en el 2005 no se veían muchos coches en las calles (comparando con la población) y eran o modelos extranjeros desfasados o imitaciones chinas de coches extranjeros. Los únicos coches europeos que se veían eran el BMW serie 5 de fabricación china, modelos antiguos de Golf y Passat y unas versiones intrigantes del Citroen ZX. Hoy ya se ven todos los modelos de cualquier marca, excepto (y esto me ha intrigado mucho) Peugeot y Renault. Es más, marcas como Volvo pertenecen ya a empresas de automóviles chinas.
"Deportivo" chino intentando imitar algún coche japonés

                - La gente: como he comentado ya, la obesidad femenina juvenil y el acné femenino han llegado para quedarse en un lugar donde nunca se había oído hablar de ellos.

                - Construcción: en las construcciones y reformas de los edificios se ven cada vez menos las estructuras de bambú y más las de metal, como aquí, lo cual sin duda hará milagros en las estadísticas (si existen) de siniestralidad laboral.

                - En muchos puntos se prohíbe desde este año pasado los “taxis” formados por endebles motos de tres ruedas que en el 90% de los casos operan sin licencia y cuya tasa de siniestralidad era altísima.
¿Para qué una montaña rusa cuando (antes) podías montarte en una de éstas?

                - Seguros: tanto de vida, como de salud y demás, asomaron en el país allá por el 2006, pero ha sido este año pasado cuando se han convertido en parte integrante de la vida del ciudadano y en un negocio en alza para las grandes multinacionales. Eso sí, los de salud todavía se miran con recelo (muy listos, los chinos…).

                - Control de cambios: antes si querías cambiar euros a RMB o viceversa te acercabas a un Bank of China y no entrabas, sino que en la puerta te encontrabas con decenas de ancianos que se acercaban con fajazos enormes de billetes y te ofrecían una tasa de cambio imbatible (y además con billetes de verdad). Ahora eso se ha prohibido y la única opción es entrar en el banco y pagar las comisiones expresas y encubiertas que toque, como en cualquier banco occidental.

Seguro que me estoy dejando cosas en el tintero, pero queda mucho blog y tampoco quiero aburriros, que para eso ya está la TV.